Dsde la Dirección General de Bancolombia se ha venido hablando sobre “empatía” hacia los clientes y usuarios, pero sobre todo hacia la organización. Esta última para que nos esforcemos más poniéndonos la camiseta, sin embargo, el banco no ha tenido la más mínima “empatía” con sus trabajadores, pues la presión por las metas es el pan de cada día; metas que vienen en ascenso mes a mes y se vuelven inalcanzables, sumándole a esta los clics de inicio, una reunión diaria que dejó de ser de 10 minutos, para convertirse en 20 o 25 minutos diarios, perdiendo el interés de una actividad de “conexión” para transformarse en espacios de presión y estrés por parte de los líderes. Y ni que hablar de Sistemática Comercial, otro dolor de cabeza para los comerciales, donde adicional a las metas exorbitantes que pone el área de Gestión Comercial a los asesores, otras área le imponen más carga que deben cumplir en la semana; sumando a esto los tiempos de espera, donde, por la falta de personal que cubra las ausencias que se originan por estar atravesando una pandemia, los trabajadores sacrifican sus espacios personales tales como la hora de almuerzo, entre otras, para cumplir esta variable. Es ahí donde los trabajadores piden que la dirección de Bancolombia sea empática con ellos, pero en lugar de recibir ayuda, reciben una carta de muchas gracias por entregarnos su salud, su vida y sus años productivos pues vamos a prescindir de sus servicios. Hacemos un llamado a Bancolombia para que revise el trato que le está dando a sus empleados, retomando la política institucional de la Banca más Humana que le ponían el alma a sus actuaciones.